Steve Fambro (de pie) y Chris Anthony (dentro del vehículo) cofundadores y codirectores de Aptera Motors.
Foto: Cedida por Aptera Motor
Puede recorrer 1.600 kilómetros con una carga completa de energía y pasar años sin conectarlo.
Los autos eléctricos no contaminan el medio ambiente con emisiones de gases nocivos, requieren menos mantenimiento y tienen menos probabilidades de sufrir averías mecánicas, al tener menos piezas en movimiento, pero su recarga suele ser lenta y, en muchos casos, requiere instalar un punto de carga en casa ante la falta de una red adecuada de ‘electrolineras’.
Por su parte, los vehículos eléctricos con energía solar necesitan llevar grandes paneles fotovoltaicos en el techo y otras superficies de su carrocería a fin de poder generar suficiente electricidad para propulsarlos, y son utilizados ahora como vehículos de competición experimentales con un peso ultraligero y unas formas muy aerodinámicas y extravagantes.
La firma Aptera Motors, de San Diego (California, EE. UU.), parece haber eliminado esas limitaciones por medio de un nuevo triciclo eléctrico solar, con un innovador diseño aerodinámico y capaz de generar más energía propulsora de la que muchos usuarios llegarán a requerir en su día a día.
El Aptera no es un automóvil, sino un vehículo que puede clasificarse como una motocicleta y un autociclo (antiguo automóvil pequeño, ligero y económico). Tiene tres ruedas porque su diseño ha buscado una máxima eficiencia y un mejor uso de los materiales en su fabricación, para ahorrar recursos naturales y reducir su impacto medioambiental, según sus creadores.
El ‘primer vehículo eléctrico solar (sEV) que nunca se carga’, como lo denomina el fabricante, tiene un alcance (máximo recorrido con su carga eléctrica completa) de 1.000 millas (1.609 kilómetros), lo que supone más del doble de los modelos comerciales actuales con mayor autonomía.
Propulsado por el sol
Además, el balance entre la electricidad que genera este vehículo a partir de la luz solar y la que gasta en su propulsión, luces y otros sistemas de a bordo posibilita que la mayoría de los conductores no necesiten cargarlo para su uso cotidiano, al autoabastecerse de energía, según Aptera.
Señalan que la eficiencia de este vehículo, que puede viajar más lejos que cualquier otro y cargarse con la energía del sol, se basa en el aprovechamiento de los avances en estructuras livianas, aerodinámica y enfriamiento de baja resistencia, la ciencia de materiales y procesos de fabricación.
Desde que presentaron este vehículo, en diciembre de 2020, la demanda ha sido continua y ya han aceptado más de 100 millones de dólares en ‘preorders’ (pedidos por anticipado antes de su fabricación) por más de 3.000 vehículos de los modelos Paradigm y Paradigm+, en EE. UU. y otros países.
Tras el éxito de su lanzamiento, el fabricante anunció que aumentará su producción con una nueva planta en San Diego y prevé comenzar a entregar los Aptera a sus futuros propietarios en 2021 y comienzos de 2022.
Una de las piezas claves de este vehículo es la denominada matriz solar Never Charge (‘nunca se carga’), que mantiene el conjunto de baterías siempre cargadas.
“Con esta tecnología puede viajar unas 45 millas (70 kilómetros) diarios impulsado gratuitamente solo por la energía del sol”, dice Chris Anthony el cofundador de Aptera y exdirector ejecutivo de una compañía de tecnología avanzada de baterías de litio.
Este vehículo está fabricado con compuestos de poco peso pero que son muchas veces más fuertes que el acero
El sistema Never Charge integrado en cada Aptera está diseñado para recolectar suficiente luz solar para viajar más de 11.000 millas (17.700 kilómetros) por año en la mayoría de las regiones y puede ajustarse para ofrecer al vehículo una autonomía de 250, 400, 600 o 1.000 millas, según lo elija el comprador.
Máxima eficiencia
“Este vehículo está fabricado con compuestos de poco peso pero que son muchas veces más fuertes que el acero, lo que permite que su cuerpo (carrocería) con un diseño aerodinámico único se deslice por el aire con un coeficiente de resistencia al aire (Cd) inaudito de 0,13”, asegura Anthony.
Cuanto menor es el Cd de la superficie de un vehículo, menor es la resistencia aerodinámica que ofrece al aire al desplazarse.
El sistema solar está compuesto por 180 células solares que ocupan más de 3 metros cuadrados, están incrustadas en la estructura de la carrocería y pueden ser configuradas para proporcionar distintos alcances y son fácilmente reemplazables, según la compañía.
Este vehículo para “2 pasajeros adultos + 1 mascota”, mide 4,3 metros (m) de largo, 2,2 m de ancho y 1,4 m de alto, pesa una media de 900 kilogramos, y sus motores eléctricos refrigerados por líquido dan tracción en todas las ruedas y lo impulsan de 0 a 100 kilómetros por hora (km/h) en 3,5 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 175 km/h, según su ficha técnica.
Con solo cuatro partes estructurales claves y una forma curiosa de su carrocería, el Aptera se desliza por el aire usando mucha menos energía que otros vehículos eléctricos e híbridos. Su consumo, inferior a 100 vatio-hora (Wh) por kilómetro en la conducción diaria, le permite llegar cinco veces mucho más lejos que otros vehículos eléctricos, según el fabricante.
Añade que la frecuencia anual (nula en algunos casos y extremadamente baja en otros) con la que se deberán cargar las baterías del Aptera dependerá del nivel de irradiación solar de la zona donde se conduce y del kilometraje que se recorre a diario.
Un conductor que viva en la región de California (con sol abundante) y que recorra 32 kilómetros al día nunca necesitará cargar el vehículo, mientras que en países con menos horas de sol, como Alemania o Austria, un usuario que recorra unos 40 kilómetros diarios necesitaría cargarlo una vez al año, apuntan.
DANIEL GALILEA
EFE REPORTAJES
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[Información e imágenes tomadas de www.eltiempo.com]