Windows 10 es un sistema operativo que en general funciona bastante bien, pero eso no quiere decir que no haya formas de hacer que funcione mejor, especialmente cuando no te sobran recursos como un procesador de última generación, mucha memoria RAM, o un disco con mucho espacio libre.
Si bien hay muchas opciones para poner tu ordenador a punto y solucionar cualquier problema que pueda presentar tu instalación de Windows 10, los consejos que te vamos a dar a continuación son más que todo para optimizar el sistema y obtener la mejor experiencia sin siquiera tener que instalar ninguna herramienta adicional, solo aprovechando algunos ajustes del mismo Windows.
Antes de enumerar los trucos, hay una solución de hardware, que es clonar Windows 10 a un SSD. Solo con esto, si tenemos un HDD, ya ganaremos una velocidad enorme.
Mejorar la velocidad de inicio
La forma más simple de mejorar la velocidad de arranque en Windows 10 es controlar todas las aplicaciones que inician con el sistema. Son muchísimos los programas y herramientas que innecesariamente se añaden automáticamente al inicio del sistema, y la mayoría de las veces lo hacen sin siquiera pedirnos permiso.
Es por ello que cada cierto tiempo visito el Administrador de tareas, y te recomiendo encarecidamente hacer lo mismo, para verificar al detalle todo lo que inicia con tu Windows 10 y empezar a desmarcar cosas. Para ello solo tienes que presionar el atajo de teclado CTRL + SHIFT + ESC y luego hacer click en más detalles.
En la ventana del Administrador de tareas selecciona la pestaña Inicio y revisa la lista con todas las aplicaciones que aparecen ahí. La realidad es que puedes desmarcar absolutamente todo sin miedo, ningún componente esencial del sistema operativo aparece ahí, son todas cosas opcionales, queda de tu parte determinar cuáles necesitas de verdad mantener ahí.
Si tienes un ordenador con pocos recursos, recomiendo deshabilitarlas todas, después de todo, puedes iniciar cualquiera de esas herramienta de forma manual cuando de verdad las necesites, sin que arranquen con Windows y empiecen a consumir recursos incluso si no los estás usando.
Ahora, si hay algunas herramientas que prefieres tener a mano siempre o que vas a usar tan pronto como iniciar Windows 10, quizás vale la pena mantenerlas ahí. En mi caso suelo dejar que OneDrive y otros servicios de almacenamiento en la nube inicien con el sistema para mantener mis archivos sincronizados cada segundo, pero esto puede tener un impacto moderado en la velocidad de inicio, y esos procesos suelen consumir una cantidad moderada de recursos siempre en segundo plano.
Desinstalar todo lo que no usas
Windows 10 viene con una batería bastante grande de aplicaciones preinstaladas, además de que suele también añadir sugerencias a tu menú inicio. Algunas de esas aplicaciones no las vas a usar nunca, pero puede pasar que igual consuman recursos en segundo plano, y además ocupan espacio en tu disco.
Una forma sencilla de eliminar un puñado de apps que no vas a usar es echar un vistazo al Menú Inicio, hacer click derecho sobre las baldosas de apps que no necesitas y directamente seleccionar Desinstalar. Otra opción para ver en detalle absolutamente todas las aplicaciones que tienes instaladas es ir a la Configuración de Windows 10 (tecla de Windows + I) y seleccionar la opción Aplicaciones.
Una vez ahí recomiendo seleccionar Ordenar por Tamaño para que aparezcan más arriba las apps que ocupan más espacio en tu disco. Un click en cada app te dejará optar por la opción para desinstalar. Aunque algunas apps de las que vienen por defecto con Windows 10 no se pueden desinstalar, como Fotos, por ejemplo, la mayoría sí lo permiten.
No necesitas dos antivirus
Windows 10 incluye su propio antivirus: Microsoft Defender, y este en general tiene bastante ventajas. La más obvia es que es gratis, y la segunda más obvia es que ya viene integrado en Windows 10, y honestamente es más que suficiente para la mayoría de usuarios.
Si tu ordenador vino de fábrica con una solución de terceros que no es gratuita o que está consumiendo demasiados recursos (puedes verificarlo desde el Administrador de tareas), recomiendo que desinstales todo lo relacionado con él y pases a depender solo de Microsoft Defender. El motor de protección antimalware del mismo suele también ser un poco glotón con los recursos, pero nunca te va a decir que se acabó el periodo de prueba, ni va a instalar extensiones en tu navegador sin permiso.
Cuando instalas un antivirus de terceros en Windows 10, Microsoft Defender se deshabilita automáticamente, en el momento que desinstales cualquier solución que no es la propia del sistema, Microsoft Defender vuelve a proteger tu equipo automáticamente. Para ello es importante que mantengas tu versión de Windows 10 actualizada.
Liberar espacio y no tener los discos llenos al límite
Windows 10 (al igual que cualquier SO) funciona mejor y más rápido si está instalado en un disco SSD, así que si sigues atrapado con un disco duro, siempre vas a tener ese cuello de botella creado por tu hardware que no va a acelerar Windows por más optimizaciones de software que hagas.
Pero además del tipo de disco, también es importante qué tan al límite lo llevemos en almacenamiento. Se cree que lo ideal es nunca pasarse de más del 90% de la capacidad del disco para que funcione de la manera más optima, y en el caso de los SSD se suele recomendar mantener al menos un 20% del disco libre, especialmente si es el disco donde Windows está instalado.
Windows 10 cuenta con una herramienta muy útil para mantener el sistema limpio de archivos basura: el Sensor de almacenamiento. Lo puedes activar yendo a la Configuración > Sistema > Almacenamiento > Activado.
Si haces esto, la herramienta se encargará de liberar espacio automáticamente eliminando archivos que no necesitas, como los temporales o los de la papelera de reciclaje. Puedes configurar manualmente cada cuánto tiempo deseas que se ejecute el Sensor de almacenamiento, te dejan a elegir entre diario, semanal, o mensualmente, o incluso solo activarlo cuando haya poco espacio libre en disco.
También lo puede ejecutar manualmente en cualquier momento, y hasta puedes elegir que el Sensor borre los archivos de la carpeta Descargas, aunque no lo recomiendo porque puedes perder archivos importantes sin darte cuenta. En versiones más recientes de Windows 10, el Sensor de almacenamiento puede incluso borrar las copias locales de contenido que tienes almacenado en la nube para ahorrar espacio.
Miscelaneos
- Optimización de distribución: Windows 10 tiene una función bastante molesta y con este nombre que sirve para que tu equipo envíe partes de aplicaciones y actualizaciones de Windows que has descargado a otros ordenadores en tu red local o Internet. Esto suele venir activo por defecto y puede hacer que tu conexión a Internet y tu PC en general se pongan bastante lentos. Para desactivarla debes ir a la Configuración > Actualización y seguridad > Optimización de distribución y cambiar a Desactivado la casilla “Permitir descargas de otros equipos”.
- Opciones de privacidad: desde la sección General en las opciones de Privacidad en la Configuración en Windows 10 puedes desactivar cuatro opciones que a veces pueden causar molestias en tu experiencia. Estas están relacionadas con sugerencias y privacidad personalizada, pero** desactivarlas puede evitar que empieces a ver sugerencias de apps en el Menú Inicio, la búsqueda o incluso la misma app de Configuración**.
- Notificaciones: las notificaciones en Windows 10 pueden llegar a ser bastante molestas y hasta enlentecer el sistema a pesar de que a veces carecen totalmente de utilidad. Para deshacerte de ellas solo tienes que ir a Configuración > Sistema > Notificaciones y acciones y desactivarlas por completo, o desactivarlas para las aplicaciones específicas que prefieras. Incluso puedes desactivar notificaciones especiales del sistema con sugerencias, recomendaciones y demás.
Si no te basta con estas opciones, siempre puedes optar por soluciones más drásticas como acudir a la aplicación ShutUp10 que te permite desactivar infinidad de opciones del sistema en Windows 10 que pueden ayudarte a tener más control sobre tu privacidad, o a deshacerte de procesos que consumen muchos recursos.
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[Información e imágenes tomadas de genbeta.com]