Estamos en pleno auge de una explosión en la refrigeración líquida AIO y sus radiadores, donde los fabricantes están apostando muy fuerte por este tipo de soluciones de enfriamiento y esto está provocando una llegada masiva de modelos. Lógicamente, hay un aspecto fundamental que influye en el rendimiento de cada unidad lanzada y este es su radiador. Hemos visto apuestas de todo tipo pero, ¿es realmente un radiador más grande una mejor compra para estas AIO en cuanto a rendimiento se refiere?
Tenemos que salirnos un poco de la temática de la refrigeración líquida custom con este aspecto en las AIO. Y hay que hacerlo por varios motivos de pura lógica: los rendimientos térmicos. Esto engloba por otro lado una serie de elementos que perjudican el desempeño de cada unidad, así que vamos a tratarlos para dar respuesta a la pregunta inicial.
¿Por qué el rendimiento de una refrigeración líquida AIO no es escalable a mayores radiadores?
En refrigeración líquida custom un mayor radiador en cuanto a longitud o anchura siempre va a ser mejor que otro menor en estos parámetros, algo que ya explicamos en un artículo específico y que obviaremos los motivos por ello para dejar dicha lectura para los más curiosos. En una refrigeración líquida AIO tenemos una serie de limitaciones que, en no pocas ocasiones, han dado sorpresas al probar las unidades frente a su competencia.
Más grande por lo tanto no es sinónimo de mejor, no se puede tomar como dogma en una AIO y los motivos son variados. En primer lugar y como pieza fundamental tenemos la bomba del sistema. Hablamos, por norma general y salvo los modelos «algo custom», de bombas entre 6 y 8 vatios con flujos que en ningún caso superan las tres cifras en cuanto a litros por hora, de hecho se quedan mucho más cerca del dígito que de superar los 3.
¿Qué ocurre con esto? Pues que un radiador y su rendimiento es casi proporcional al flujo de agua que pasa por él. Puedes cambiar el flujo de aire cambiando de ventilador y ganar rendimiento, pero no puedes cambiar la bomba, ergo, una mayor superficie en cuanto a ancho o a largo merman el rendimiento, puesto que las bombas comunes no están mejorando al mismo nivel que el resto del sistema.
Un radiador con mayor superficie implica que el rendimiento de la bomba tenga que ser mayor para mantener el flujo en él, lo que sumado a un mayor uso de fins en los cold plate nos da un problema endémico en estos sistemas.
Unos ventiladores mejores solo palían el problema
Esta deficiencia de rendimiento de las bombas actuales a cada vez mayores radiadores puede ser paliada con mejores ventiladores, y de hecho así se hace. Si os habéis dado cuenta, en las AIO muchas veces no se repite el mismo ventilador aunque los modelos pertenezcan a la misma serie. En algunos casos se usan ventiladores con LED y en otros no, donde el rango de RPM, mmH2O y CFM es totalmente distinto, así como la sonoridad.
Esto viene por todo lo comentado arriba, ya que si tu bomba no puede mover suficiente líquido, tu rad es muy restrictivo o el bloque cuenta con una restricción muy elevada, el rendimiento tienes que sacarlo de otro lado y en este caso la opción fácil es incluir un ventilador de mayor rendimiento.
Por lo tanto y teniendo esto en cuenta, ¿comprar una refrigeración líquida AIO con unos radiadores más grande es correcto, óptimo y recomendable? No siempre, en estos sistemas como hemos visto hay que mirar otros factores y a veces más no es mejor.
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[Información e imágenes tomadas de hardzone.es]