El almacenamiento de las energías renovables es la gran asignatura pendiente de resolver para que por fin sean una alternativa sólida a los combustibles fósiles en el mundo. Y puede que la solución no este lejos ya que un científico estadounidense de la Universidad de Harvard, Daniel Nocera, ha conseguido modificar genéticamente una bacteria para que produzca un combustible líquido de la energía solar. Un combustible líquido no contaminante que pueda sustituir a la gasolina y los otros combustibles contaminantes que actualmente se usan en el transporte.
De la cartera de fuentes de energías renovables, una de las piezas más importantes que falta es . Una de las posibilidades más prometedoras es la fotosíntesis artificial, que imita el método de la propia naturaleza para convertir la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en combustible.
De poder explotarse este avance científico comercialmente a gran escala, podríamos estar hablando del mayor descubrimiento para combatir el cambio climático de la historia. También podría ser el fin de la era de los combustibles fósiles, una revolución energética a escala global.
Una bacteria para producir combustible líquido.
Una “hoja biónica” que es capaz de captar y convertir el 10% de la energía de la luz solar. Su rendimiento es 10 veces mejor que la fotosíntesis de una planta media.
Nocera y su equipo además han resuelto un problema muy importante: la vida de las bacterias.
La viabilidad comercial del proyecto aún esta muy lejos pero el camino ya se ha marcado.
Daniel Nocera ya fue nombrado en 2009 por la revista Time una de las 100 personas mas influyentes del mundo. Es uno de los investigadores más relevantes en temas relacionados con la fotosíntesis y la energía solar.
El estudio completo puedes consultarlo en la revista científica PNAS. Más información news.harvard.edu
Foto: nationalgeographic.com
(Tomado de ecoinventos.com)