Si tienes sospechas de que tu ordenador podría haber sido hackeado, y pueden estar espiándote a través de la webcam, puedes seguir nuestros consejos para descubrirlo y proteger tu privacidad tomando las medidas para evitar que te espíen a través de la webcam.
1: Detecta un exceso de actividad en tu red
Las webcams pueden convertirse en una puerta abierta para que los cibercriminales puedan ver todo cuanto sucede frente a tu ordenador, vulnerando gravemente tu privacidad. Es probable que pienses que es fácil saber cuándo tu webcam está funcionando porque al hacerlo se enciende un LED de funcionamiento.
Lamentamos decirte que, si alguien ha conseguido hacerse con el control de tu cámara web, también podrá desactivar ese LED fácilmente ocultando así la evidencia de que la cámara está funcionando y estás siendo espiado.
Existen algunas formas para saber si te están espiando a través de la webcam basándose en el comportamiento de tu equipo y la más destacable es mostrar un exceso de actividad en las conexiones salientes.
Para ello, utiliza un programa que te permita monitorizar las conexiones entrantes y salientes desde tu ordenador para detectar conexiones con un alto consumo de ancho de banda, algo que delataría que se están enviando imágenes desde tu webcam a un servidor controlado por un ciberdelincuente.
Uno de estos programas de monitorización de las conexiones para tu ordenador puede ser NetWorx, que cuenta con versiones para Windows, Mac y Linux.
Para detectar este exceso de uso de tu red, reinicia tu ordenador e inicia únicamente NetWorx. Al iniciarse, el programa queda minimizado en la barra de tareas. Haz clic sobre su icono con el botón derecho del ratón y, en el menú Herramientas, elige la opción NetStat.
En este modo, NetStat te muestra los servicios que están utilizando tu conexión de red. Marca la opción Resolver dirección IP a nombres de Host y el programa te indicará que conexiones son hacia tu red local, lo cual no entraña ningún riesgo, y cuales son hacia Internet.
Si en alguna de estas conexiones detectas un exceso de tráfico, puede tratarse de una vulneración de la seguridad de tu webcam.
2: Antivirus siempre actualizado
Los antivirus, anti-malware o suites de seguridad son especialistas en detectar este tipo de intrusiones y bloquearlas, por lo que contar con uno de estos sistemas de seguridad instalado y actualizado en tu equipo te evitará más de un disgusto.
Si en el paso anterior has detectado un tráfico excesivo de datos, lo primero que debes hacer es desconectar tu equipo de la red para evitar que se envíen más datos o que el cibercriminal pueda enviar comandos a tu ordenador.
El siguiente paso será examinar tu equipo con un antivirus o anti-malware actualizado.
También puedes restaurar tu equipo a una versión limpia de Windows 10 accediendo al panel de Configuración, haz clic en Actualización y seguridad y desde aquí elige la opción Recuperación en el panel lateral. Haz clic sobre el botón Comenzar de Restablecer este PC para reinstalar el sistema de nuevo.
Esta opción permite mantener tus archivos intactos eliminando solo las configuraciones y programas. No obstante, siempre es recomendable realizar una copia de seguridad de tus datos antes de realizar esta operación. Cuando termine, tu Windows estará como recién instalado y sin rastro del malware que permitía que te espiaran a través de tu webcam.
3: Revisa las opciones de seguridad de tu webcam
Si tu webcam es externa y de un fabricante mínimamente reconocido, es posible que incluya un software que permite configurar su funcionamiento. Entre estas opciones puede ser que se incluyan algunas opciones de seguridad con la que puedes establecer una contraseña de acceso a tu webcam. Utiliza estas opciones de seguridad y ponles las cosas un poco más difíciles a los ciberdelincuentes.
Si tu webcam no cuenta con estas opciones de seguridad o viene integrada en el equipo, puedes limitar su acceso desde el panel Configuración.
Accede al panel Configuración desde el menú Inicio y haz clic sobre el apartado Privacidad. Después, en el panel lateral, elige la opción Cámara y desactiva el interruptor de Permitir que las aplicaciones usen la cámara. Con esto, el sistema impedirá que programas de terceros puedan utilizar tu webcam.
4: Desconecta tu webcam y evita ser espiado
Puede parecer algo obvio, pero la forma más efectiva y recomendada por los expertos en seguridad informática es desconectar el cable USB de la webcam siempre que no la estés utilizando. De ese modo, se evita cualquier posibilidad de acceso a ella.
En el caso de los equipos con webcam integrada, como portátiles y equipos All-in-one, la opción más sencilla es tapar la webcam con una tapa para webcam.
De este modo tan sencillo, aun en el supuesto de que alguien consiguiera acceder a tu webcam, solo obtendría una pantalla en negro ya que tu webcam se encontraría tapada mientras no la estás usando.
(Tomado de computerhoy.com)