Noam Chomsky es uno de los intelectuales más respetados en el mundo. Este pensador estadounidense ha sido considerado el más importante de la edad contemporánea por The New York Times. Uno de sus principales aportes es haber propuesto y analizado las estrategias de manipulación masiva que existen en el mundo de hoy.

Noam Chomsky se dio a conocer como lingüista, pero también es filósofo y politólogo. Al mismo tiempo, se ha convertido en uno de los principales activistas de las causas libertarias. Sus escritos han circulado por todo el mundo y no dejan de sorprender a los lectores.

¿Cómo es que tenemos tanta información, pero sabemos tan poco?

-Noam Chomsky-

Chomsky elaboró un texto didáctico en el que sintetiza las estrategias de manipulación masiva. Sus reflexiones al respecto son profundas y complejas. Sin embargo, para efectos didácticos, lo resumió todo en principios sencillos y accesibles a todos.

1. La distracción una de las estrategias de manipulación masiva

Según Chomsky, la más recurrente de las estrategias de manipulación masiva es la distracción. Consiste, básicamente, en orientar la atención del público hacia temas irrelevantes o banales. De este modo, mantienen ocupada la mente de las personas.

Hombre con televisión en la cabeza representando las estrategias de manipulación masiva

Para distraer a la gente se le atiborra de información. Se le da excesiva importancia, por ejemplo, a los eventos deportivos. También a la farándula, a las curiosidades, etc. Esto hace que la gente pierda de vista cuáles son sus problemas reales.

Una vez que se consigue darle importancia a temas más banales, se logra convencer a la población que su mirada y pensamiento debe estar centrado en ello. Es decir, todo aquello que se salga de lo común, de lo «normal», será visto como extraño. De esta forma, la misma sociedad nos empujará en una misma (y errónea) dirección.

2. Problema-Reacción-Solución

A veces el poder, deliberadamente, deja de atender o atiende en forma deficiente ciertas realidades. Hacen ver esto a los ciudadanos como un problema que demanda una solución externa. Ellos mismos proponen la solución.

Esta es una de las estrategias de manipulación masiva para tomar decisiones que son impopulares. Por ejemplo, cuando quieren privatizar una empresa pública e intencionalmente desmejoran su servicio. Al final, esto justifica la venta.

3. La gradualidad

Esta es otra de esas estrategias de manipulación masiva para introducir medidas que usualmente la gente no aceptaría. Consiste en aplicarlas poco a poco, de tal manera que resulten prácticamente imperceptibles.

Es lo que ha pasado, por ejemplo, con la reducción de los derechos laborales. En diferentes sociedades han ido implementando medidas, o formas de trabajo, que terminan haciendo ver como normal el hecho de que un empleado no tenga ninguna garantía de seguridad social.

Esta gradualidad podemos observarla más claramente cuando comparamos dos situaciones en diferentes momentos temporales. De este modo, podremos ver de forma sencilla y esclarecedora la gran diferente que hay entre un antes y un después. Uno de los ejemplos más evidentes es la diferencia con el tiempo de la palabra «mileurista». Hace unos años quien cobraba mil euros se le llamaba «mileurista» de forma un tanto peyorativa, en referencia a su bajo sueldo. En el presente, cobrar mil euros para muchos es algo difícil de alcanzar.

4. Diferir

Esta estrategia consiste en hacer pensar a los ciudadanos que se toma una medida que temporalmente resulta perjudicial, pero que hacia el futuro puede traerle grandes beneficios a toda la sociedad y, por supuesto, a los individuos.

mujer ante puerta representando las estrategias de manipulación masiva

El objetivo es que la gente se acostumbre a la medida y no la rechace, pensando en el supuesto bien que traerá en el mañana. Llegado el momento, el efecto de “normalización” ya ha operado y la gente no protesta porque no llegan los beneficios prometidos.

5. Infantilizar al público

Muchos de los mensajes televisados, especialmente de la publicidadtienden a hablar al público como si fueran niños. Emplean gestos, palabras y actitudes que son conciliatorios y que están impregnados de un cierto halo de ingenuidad.

El objetivo es vencer las resistencias de la gente. Es una de las estrategias de manipulación masiva que busca neutralizar el sentido crítico de las personas. Los políticos también emplean estas tácticas, mostrándose a veces como figuras paternales.

6. Acudir a las emociones

Los mensajes que se diseñan desde el poder no tienen como objetivo la mente reflexiva de las personas. Lo que buscan principalmente es generar emociones y alcanzar el inconsciente de los individuos. De ahí que muchos de esos mensajes estén llenos de emotividad.

El propósito de esto es crear una especie de “corto circuito” con el área más racional de la gente. Con las emociones se capta el contenido global del mensaje, no sus elementos específicos. De este modo, se neutraliza la capacidad crítica.

7. Crear públicos ignorantes

Mantener a las personas en la ignorancia es uno de los propósitos del poder. Ignorancia significa no otorgar a la gente las herramientas para que puedan analizar la realidad por sí mismos. Contarle los datos anecdóticos, pero no darle a conocer las estructuras internas de los hechos.

Personas con interrogantes representando las estrategias de manipulación masiva

Mantener en la ignorancia también es no poner énfasis en la educación. Promover una amplia brecha entre la calidad de la educación privada y de la educación pública. Adormecer la curiosidad por el conocimiento y darle poco valor a los productos de la inteligencia.

8. Promover públicos complacientes

La mayoría de las modas y tendencias no se crean espontáneamente. Casi siempre se inducen y promueven desde algún centro de poder que ejerce su influencia para crear oleadas masivas de gustos, intereses u opiniones.

Los medios de comunicación habitualmente promueven ciertas modas y tendencias, la mayoría de ellas alrededor de estilos de vida tontos, superfluos o hasta ridículos. Convencen a la gente de que comportarse así es “lo que está de moda”.

El problema de este punto, es que mucha gente cree que piensa por sí misma cuando sólo repite. Sin embargo, no son conscientes de que sus pensamientos son infundados. Repiten, consciente o inconscientemente, aquello que ven y creen que ha sido fruto de un proceso propio de pensamiento. «Me voy a comprar estos zapatos porque me gustan», piensa mucha gente.

En realidad, esos zapatos posiblemente hace unos años no gustaban tanto pero ahora sí. Y como ahora están de moda, ahora sí gustan, pero no somos consciente de que nos gustan porque se han puesto de moda. Nos moldean y manipulan para que nos agraden unas cosas u otras.

9. Refuerzo de la autoculpabilidad

Otra de las estrategias de manipulación masiva es hacer creer a las personas que ellos, y solo ellos, son los culpables de sus problemas. Cualquier cosa negativa que les suceda, solo depende de sí mismos. De este modo se les hace creer que el entorno es perfecto y que si se presenta una falla es responsabilidad del individuo.

Por lo tanto, las personas terminan tratando de encajar en su entorno y sintiéndose también culpables por no lograrlo del todo. Desplazan la indignación que podría provocarles el sistema, hacia una permanente culpabilización de sí mismos.

10. Conocimiento minucioso del ser humano

Durante las últimas décadas, la ciencia ha logrado recopilar una impresionante cantidad de conocimientos acerca de la biología y la psicología de los seres humanos. Sin embargo, todo ese acervo no está al alcance de la mayoría de las personas.

mano con hilos representando la representando las estrategias de manipulación masiva

Al público solo llega una mínima cantidad de información al respecto. Entre tanto, las élites disponen de todo ese saber y lo usan a conveniencia. Nuevamente se hace patente que la ignorancia facilita la acción del poder sobre la sociedad.

Todas estas estrategias de manipulación masiva tienen por objeto mantener el mundo tal y como le conviene a los más poderosos. Bloquear la capacidad crítica y la autonomía de la mayoría de las personas. Sin embargo, también de nosotros depende dejarnos manejar pasivamente, u ofrecer resistencia hasta donde sea posible.


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[Información e imágenes tomadas de lamenteesmaravillosa.com]

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