Paneles solares

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La energía solar es la alternativa limpia por excelencia para uso doméstico. Pese a ello, y al crecimiento que está registrando alrededor del mundo, el desconocimiento sobre ella está todavía extendido. Esto dificulta su aprovechamiento por muchas de las personas que podrían beneficiarse de esta fuente renovable. Para que no te pase, nos detenemos en uno de los elementos básicos del engranaje para conocer los tipos de paneles solares que existen y, así, poder sacar el máximo partido a las energías limpias.

Antes de empezar a pensar en instalar un sistema de paneles solares, debes asegurarte de que tu casa, más concretamente tu tejado, está preparado para una instalación de este tipo. Tu tejado debe estar en buenas condiciones; si sabes que su tejado necesita ser reparado, entonces debes realizar esas reparaciones antes de instalar cualquier panel solar. De lo contrario, tendrás que quitar y volver a colocar los paneles durante las reparaciones o sustituciones en el futuro.

También debes asegurarte de que no haya zonas de sombra grandes en la mayor parte del tejado durante la mayor parte del día, especialmente durante las horas de mayor insolación. La sombra impide que los paneles solares funcionen a su máxima eficiencia.

Una vez que sepas que tu tejado es compatible, es hora de considerar el tipo de panel solar que más adecuado para tu casa y para que lo quieres usar, generar electricidad, calentar agua…

El clásico: panel solar fotovoltaico.

Panel solar fotovoltaico
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Donde se dice él, deberían ser los porque, aunque estos paneles sean los más populares, en extensión de uso y en nivel de conocimiento por parte de la población en general, no hay un único panel solar fotovoltaico.

Antes de eso, empecemos con lo básico. Las placas fotovoltaicas lo que hacen es capturar la energía que procede del sol para que, de ahí, se convierta en corriente alterna apta para alimentar los distintos equipos del hogar. En este sentido, es importante tener en cuenta que, un panel solar de este tipo, por sí solo, valdrá de poco o de nada. Esto es así porque las placas son solo uno de los componentes necesarios para una instalación solar doméstica que, además, necesitará un inversor y, según el uso que se le quiera dar, baterías de almacenamiento.

En cualquier caso, los paneles son la clave y el punto de partida. Por ello, es importante saber que son muchos los tipos que existen. Para empezar, es preciso distinguir entre dos fundamentales: los paneles monocristalinos y los paneles policristalinos. Decantarse por uno o por otro tendrá consecuencias, tanto en el precio de la instalación, como en nivel de eficiencia, entre otros aspectos.

Un punto en el que coinciden los dos paneles anteriores es el material con el que están fabricados: el silicio. Al igual que las placas fotovoltaicas dominan el mercado, este material lo hace en las células solares de esta tecnología. Tanto es así que se estima que 9 de cada 10 paneles fotovoltaicos emplean silicio.

Sin embargo, la innovación en este campo no para, por lo que a las tipologías anteriores hay que seguir sumando. Paneles biofotovoltaicos como estos, de la Universidad de Cambridge, u otros como los de capa fina empiezan a ganar terreno en un mundo en el que, además, están por llegar muchas más alternativas.

Colectores solares.

Colectores solares
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Quienes todavía no estén metidos en el mundo de las energías limpias, puede que no sean conscientes de que estas son multiusos. Así, además de para generar electricidad, la energía solar puede emplearse para climatizar una vivienda, calentar una piscina, o hacer lo propio con el agua caliente sanitaria (ACS). Todo lo anterior, claro, siempre que se cuente con la instalación adecuada.

¿Cuál es? Aquella que, frente a los clásicos paneles fotovoltaicos, acuda a los paneles solares térmicos o colectores solares. En este caso, lo que se lograría  es que la energía que se recupera del sol se convierta, no ya en electricidad, sino en calor aprovechable para cualquiera de los usos enumerados.

Aunque este es un universo en constante innovación, a grandes rasgos los colectores solares que se pueden encontrar en el mercado se dividen en tres clases que van desde los de baja temperatura, hasta los de alta. Entre ambos, los colectores de temperatura media, que logran llegar a los 90 grados mediante una cubierta que impide pérdidas de calor.

Algo menos, en concreto 50 grados, alcanzan los paneles térmicos de baja temperatura que, con eso, permitirían aprovechar la energía solar para la calefacción del hogar y para satisfacer las necesidades de agua caliente sanitaria. Los mismos usos se daría a los colectores de temperatura media, que serían aptos para viviendas y para superficies comerciales.

Finalmente estarían los colectores de alta temperatura, que pueden llevarla muy por encima de los anteriores. Esta tipología está orientada a la generación de electricidad en centrales térmicas, por lo que queda fuera del uso residencial. Por cierto, que con este fin, fabricar un colector solar doméstico es posible para quienes disfruten con el DIY (Do it Yourself o hazlo tú mismo).

2 x 1: Panel solar híbrido.

Para exprimir lo mejor de uno (el fotovoltaico) y lo mejor del otro (el colector térmico) surge el panel solar 2×1 o, como se conoce oficialmente, el panel solar híbrido. Como su propio nombre indica, en este caso lo que se ofrece es una solución que conjuga las dos anteriores para, en un solo panel, captar energía del sol para generar electricidad y, también, para producir calor con el que calentar el agua caliente sanitaria o caldear una vivienda.

Así, el músculo de este tipo de panel es evidente, porque propicia los dos aprovechamientos y, también, porque supone una importante reducción del espacio necesario para la instalación. Esto es así porque al optar por este tipo de panel mixto se pasa de dos instalaciones, a una.

Por ello, esta alternativa es ideal para quienes quieran sacar el máximo partido al sol, pero cuenten con dificultades para ello por falta de espacio. Además de propietarios de viviendas, también pueden acudir a las instalaciones solares híbridas los de cualquier otra instalación (colegios, hospitales, etc.). Asimismo, estos paneles pueden resultar muy adecuados para su aplicación industrial.

¿La pega? Que todavía no están tan extendidos como los módulos solares fotovoltaicos y los colectores térmicos. Sin embargo, poco a poco. En España, de hecho, ya hay iniciativas en curso para extender el uso de esta opción, como la de Panel Solar Híbrido que, cuando se active, promete una mejora del rendimiento de los paneles fotovoltaicos de hasta el 15%.

[Información e imágenes tomadas de ecoinventos.com]

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