La conexión inalámbrica por Wi-Fi se ha convertido en uno de los sistemas más apreciados por los usuarios permitiéndole navegar desde cualquier dispositivo de forma cómoda y segura.

No obstante, tal y como sucedió con la aparición de las primeras líneas eléctricas, las primeras señales de radio e incluso las primeras señales de televisión, el desconocimiento de la tecnología que se encuentra tras este método de conexión inalámbrica crea una serie de mitos y leyendas urbanas.

A continuación, vamos a intentar confirmar (o desmentir) 10 verdades y mentiras sobre el Wi-Fi a los que, más a menudo de lo que puede parecer, los usuarios se enfrentan en conversaciones de su día a día.

Algunas de estas 10 verdades y mentiras sobre el Wi-Fi pueden descubrirte formas de mejorar la cobertura y velocidad de la Wi-Fi de tu casa, mejorar la velocidad de navegación desde tu móvil, o disipar de una vez por todas tus dudas sobre cómo afecta el Wi-Fi a tu salud.

1. Es fácil robar el Wi-Fi

Falso.

Existe la falsa creencia de que cualquiera que pase cerca de tu casa puede descifrar la contraseña de tu router con solo instalar una app en su móvil. Hacerlo no está al alcance de cualquiera y requiere la confluencia de dos factores: unos conocimientos técnicos avanzados y la desidia de un usuario que no se haya preocupado de reforzar la seguridad de su red Wi-Fi.

Lo cierto es que robar el Wi-Fi no es algo sencillo de conseguir si se toman unas medidas de seguridad relativamente sencillas de aplicar. De la misma forma que te preocupas de cambiar la cerradura de tu nueva casa para asegurarte que nadie más tiene la llave o que procuras cerrar tu coche antes de dejarlo aparcado.

No es fácil robar el Wi-Fi

La seguridad de tu red Wi-Fi necesita que le prestes atención para evitar las configuraciones por defecto que sí podrían facilitar que alguien consiga acceder a tu red Wi-Fi. Existen aplicaciones con listados de estas contraseñas que vienen por defecto en los routers, por lo que solo tienen que ejecutar un script para que pruebe a iniciar sesión con ellas. Si tu router tiene la contraseña de origen, tienes muchas posibilidades de que alguien “adivine” esa contraseña.

Algo tan sencillo como cambiar el nombre de tu red o modificar la contraseña por defecto por una propia con cifrado WPA2 pondría las cosas muy difíciles a aquellos que intenten vulnerar la seguridad de tu router.

2. Las paredes son el peor enemigo para la cobertura del Wi-Fi

Falso.

Si bien es cierto que los materiales de construcción son uno de los elementos que frenan la expansión de la cobertura de la red Wi-Fi de tu casa, no es el que más afecta a esa cobertura. Las ondas del Wi-Fi pueden atravesar sin problemas paredes de ladrillo.

Las superficies metálicas, los espejos y el encofrado de hormigón impiden el paso de las ondas Wi-Fi

Las interferencias del cableado eléctrico y, sobre todo, el recubrimiento de metal de paredes y superficies, son sin duda los peores enemigos para tu cobertura móvil. Estos materiales contribuyen a crear una especie de jaula de Faraday en la que las ondas electromagnéticas del Wi-Fi pierden su intensidad.

Por ese motivo, es habitual tener menor cobertura Wi-Fi en la cocina y en el cuarto de baño que en el resto de la casa debido a la mayor presencia de encimeras, recubrimientos metálicos y espejos.

Un problema habitual es que la cobertura Wi-Fi puede no llegar con potencia a los espacios exteriores de las casas (terrazas, balcones, jardines, etc.) o a las plantas superiores. Esto es debido al encofrado de varillas utilizado en la construcción del edificio que, a pesar de encontrarse dentro de los pilares de hormigón, actúa de la misma forma creando una jaula de Faraday que neutraliza las señales electromagnéticas de tu router.

3. Alejar el router del resto de dispositivos mejora la cobertura Wi-Fi

Verdadero.

Por un motivo similar al que ya mencionábamos en el punto anterior, alejar el router del resto de dispositivos contribuye a aumentar su potencia y a mejorar la cobertura de la red Wi-Fi de tu casa.

Alejar el router del resto de dispositivos mejora la cobertura Wi-Fi

La mayoría de nosotros tenemos el router en el salón, y muy probablemente rodeado por el televisor, barras de sonido o sistemas de sonido inalámbrico, regletas llenas de aparatos conectados, etc.

Todo ello crea campos electromagnéticos que actúan en la misma frecuencia que la señal Wi-Fi que emite tu router. Estos campos electromagnéticos crean interferencias y afectan negativamente al rendimiento de tu router debilitando la señal Wi-Fi. Por ese motivo tu router no es capaz de dar cobertura Wi-Fi a toda tu casa.

Alejar lo máximo posible el router del resto de dispositivos y situarlo en una posición alejada aumentará la cobertura y mejorará la velocidad de conexión en la red Wi-Fi de tu casa.

4. Apagar el Wi-Fi del móvil ahorra mucha batería

Falso.

Si bien es cierto que apagar todas las señales de radio de tu smartphone permitirá alargar la autonomía de su batería, mantener apagado el Wi-Fi en tu móvil ya no es tan decisivo como lo era hace algunos años y realmente tiene muy poco impacto sobre su autonomía.

Tras las últimas actualizaciones de los sistemas operativos, se ha mejorado sustancialmente la gestión de recursos y el ahorro de batería ha sido uno de los factores que más se han tenido en cuenta en esas actualizaciones haciendo innecesario apagar el Wi-Fi de tu móvil.

Apagar el Wi-Fi del móvil no ahorra batería.

Tener una mala cobertura telefónica o mantener activa la función de búsqueda de redes Wi-Fi abiertas sí que hacen que aumente la actividad del procesador y, por lo tanto, se aumenta el consumo energético. Pero el simple hecho de estar conectado a una red Wi-Fi no hará que tu smartphone consuma más batería.

A modo de ejemplo, las últimas versiones de Android suspenden de forma temporal la conexión a Internet mientras el móvil se encuentra en reposo y realiza conexiones intermitentes cada cierto tiempo para que las apps puedan sincronizarse y recibir las notificaciones de los correos, mensajes o novedades que te hayan enviado.

Es decir, el propio sistema operativo desactiva automáticamente esta función para ahorrar batería sin que tú tengas que intervenir. Si apagas el Wi-Fi, el sistema hará lo propio con la conexión 4G que sí gasta más batería, además de consumir los datos de tu tarifa.

Este mito, aparte de estar basado en una forma de gestión de energía que ya no está en uso, está sujeto a otros factores condicionantes. Simplemente, si no tienes Wi-Fi, no navegas y usas menos tu smartphone. Esto implica que tu smartphone no tiene que mantener la pantalla encendida u el procesador esta menos activo, por lo que gasta menos batería. Este consumo es una consecuencia colateral, no la causa directa de tener o no el Wi-Fi encendido.

5. Cambiar el canal de emisión mejora la velocidad del Wi-Fi

Verdadero.

La saturación de los canales de emisión es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos en los entornos urbanos y que más problemas de cobertura y velocidad ocasionan a los usuarios.

Tu router emite por una determinada banda de frecuencia de 2,4 GHz o 5 GHz y, dentro de esa banda de frecuencia, por uno de los canales en los que se divide esa frecuencia. El problema viene cuando ese mismo canal lo están usando todos tus vecinos ya que se masifica de señales y se ralentiza la transmisión de los datos afectando negativamente a la velocidad de tu Wi-Fi.

Para evitar esta masificación en los canales Wi-Fi lo más sencillo es configurar tu router para emita dentro de la banda de los 5 GHz que, por el momento, está menos masificada que la de 2,4 GHz. Antes de cambiar de frecuencia conviene comprobar si todos tus dispositivos son compatibles con la banda de 5 GHz, ya que es posible que los más antiguos solo soporten la banda de 2,4 GHz.

En ese caso, todavía te queda la opción de forzar al router a cambiar de canal de emisión Wi-Fi en el que, tras realizar algunas mediciones del espectro Wi-Fi a tu alrededor con apps como Wifi Analyzer, haya una menor masificación de redes Wi-Fi emitiendo.

6. Cambiar el router de la operadora hace que la conexión falle

Falso.

Como norma general, los routers de las operadoras distan mucho de ser los mejores routers Wi-Fi para tu casa, pero eso no implica que tengas que usarlos forzosamente para tener Wi-Fi, aunque sí es cierto que perderás parte del soporte telefónico de la operadora si sucede algún problema con tu conexión.

Cambiar el router de la operadora mejorará tu cobertura Wi-Fi

Los servicios técnicos de las operadoras han sido formados para solucionar problemas solo en los routers que ellos distribuyen. Si has instalado un router diferente, no podrán guiarte en la configuración del mismo ya que cada router tiene un sistema de menús y funciones diferentes.

Eso no significa que tu Wi-Fi vaya a fallar solo por instalar un router Wi-Fi diferente del de la operadora. De hecho, es mucho más probable que muestre una sustancial mejora en su cobertura y velocidad. A lo único que afecta el cambio de router de la operadora es que el servicio técnico no podrá ayudarte a tareas de configuración sencilla como abrir puertos en tu router o cambiar la contraseña de tu Wi-Fi.

Sin embargo, esto no afectará en absoluto a la comprobación de líneas para determinar si existe un problema técnico en la conexión a Internet hasta tu casa.

7. Reiniciar el router mejora la velocidad Wi-Fi

Verdadero.

Este mito sobre reiniciar el router, además de ser absolutamente cierto, debería convertirse en una práctica periódica para mantener una buena velocidad y conexión Wi-Fi durante más tiempo.

Reiniciar el router mejora la velocidad Wi-Fi

Al igual que sucede con tu ordenador o con tu móvil, los routers son dispositivos complejos dotados de procesadores, memorias y sistemas operativos en los que se realizan las operaciones de redireccionamiento de datos y enlace con tus dispositivos. Al reiniciar el router dejas sin energía al sistema forzándolo a cerrar todos los procesos que había iniciado y que, probablemente, estuviera ocasionando un problema en la velocidad o en la conexión Wi-Fi de tu casa.

Obviamente, este sistema no es 100% infalible ya que no solucionará problemas causados por configuraciones erróneas, pero sí acostumbra a solucionar los problemas de desconexión de la red Wi-Fi sin motivo aparente.

8. El Wi-Fi es cancerígeno

Falso.

Existe una gran polémica y preocupación sobre el efecto de las ondas del Wi-Fi el cuerpo humano. Durante los últimos años se han creado grupos de personas que afirman sufrir dolores de cabeza y otros síntomas causados por las ondas emitidas por los routers Wi-Fi.

Basándonos en las pruebas realizadas durante más de 20 años por diversos laboratorios y organismos gubernamentales internacionales, todos ellos han llegado a la conclusión de que el nivel de frecuencia emitida por los routers Wi-Fi es demasiado bajo como para afectar a la salud de las personas y no se han encontrado indicios de una responsabilidad de directa en el desarrollo de cánceres o tumores.

El Wi-Fi no es cancerígeno

En términos generales, los campos de radiofrecuencia a niveles muy altos pueden calentar los tejidos e incluso causar daños, pero esto no sucede con las emisiones del Wi-Fi precisamente por tratarse de ondas de baja frecuencia. Organismos gubernamentales como la FCC o CENELEC en Europa, establecen estrictos controles que limitan los niveles de radiación que los routers pueden emitir para controlar que se cumplen con las recomendaciones sanitarias.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha establecido para el Wi-Fi y las radiaciones móviles una catalogación de agentes cancerígenos del Grupo 2B, que hace referencia a su baja probabilidad de causar cáncer. En este mismo grupo también encontramos otros productos como el café o el aloe vera.

La radiación emitida por los routers Wi-Fi es de tipo no ionizante, por lo que no es capaz de romper los enlaces químicos de los tejidos y, por tanto, estas ondas no pueden modificarlos ni producir cáncer. La radio, la televisión, los hornos microondas e incluso las luces de tu casa se encuentran en esta categoría de radiación no ionizante.

A menudo se ha relacionado el uso de redes Wi-Fi a afecciones como la Lipoatrofia semicircular que se ha dado en personas que trabajan en un “edificio enfermo”, a pesar de que se ha demostrado que esta patología está más relacionada con la combinación de humedad, mobiliario de oficina metálico y campos electroestáticos en las oficinas y empresas. No por una exposición a móviles y Wi-Fi.

Los primeros casos de esta enfermedad se conocen desde 1974, cuando ni las redes Wi-Fi ni los teléfonos móviles tenían presencia en nuestro entorno y estas personas mejoran al dejar de exponerse a los edificios afectados.

9. Las redes Wi-Fi abiertas son inseguras

Verdadero.

Conectarse a una red Wi-Fi abierta sin contar con las medidas de protección adecuada nunca es una buena idea ya que al hacerlo tus datos pueden ser interceptados.

Cabe destacar que no es lo mismo una red Wi-Fi abierta, que una red Wi-Fi pública o gratuita. En el caso de una red pública o gratuita, como las que podemos encontrar en muchos edificios públicos, bibliotecas, restaurantes o eventos, esta puede estar protegida con una contraseña necesaria para iniciar sesión.

9. Las redes Wi-Fi abiertas son inseguras

En cambio, en las redes Wi-Fi abiertas, el acceso se realiza sin necesidad de introducir ningún dato de acceso. Tras este detalle que puede parecer insignificante se esconde todo un proceso de cifrado de la información transmitida.

En el caso de las redes Wi-Fi abiertas, los datos de tu navegación viajan sin cifrar, por lo que cualquiera que se encuentre dentro del rango de cobertura de la Wi-Fi puede interceptar esa información y robar tus datos de usuario, cuentas de correo, datos bancarios e incluso modificar el contenido de los mensajes que estás enviando por WhatsApp desde esta red.

Si no te queda otra alternativa que usar una de estas redes, lo ideal es hacerlo protegiendo tu conexión tras una red VPN. Este tipo de redes utilizan la infraestructura de red abierta para crear un túnel cifrado entre tu dispositivo y un servidor remoto.

De ese modo, tu información viajará cifrada hasta el servidor remoto quedando fuera del alcance de quienes están al acecho en las redes abiertas. Existen aplicaciones VPN para smartphones y ordenadores de todos los sistemas operativos.

10. Conectarte con un dispositivo antiguo baja la velocidad de toda la red Wi-Fi

Verdadero.

Este es un problema muy habitual en muchos hogares en los que la red Wi-Fi se basa en un router antiguo o poco potente al que, al conectarse un dispositivo con un soporte de red inferior al estándar 802.11g el router baja su velocidad de emisión para adecuarla al dispositivo de menor potencia alargando los tiempos de espera para el envío de paquetes de datos del resto de dispositivos.

Este problema se agrava considerablemente si el router además tiene que gestionar las conexiones Wi-Fi de muchos usuarios simultáneamente.

Los routers más modernos y potentes gestionan mejor este problema gracias a las tecnologías MU-MIMO (siglas de Multi-User, Multiple Input Multiple Output, que en español sería algo como Múltiples usuarios – Múltiple entrada Múltiple Salida) y a los modernos sistemas de balanceo de carga que permiten detectar las necesidades de conexión de cada dispositivo y, en función de eso, le asignan una determinada banda de frecuencia u otra, o un determinado ancho de banda.

De ese modo, cuando un dispositivo antiguo se conecte al Wi-Fi, el router detectará sus características y direccionará el resto hacia la banda de 5 GHz permitiéndoles así funcionar a la máxima velocidad, mientras que el dispositivo más antiguo ralentizará la banda de los 2,4 GHz.

Estos son algunos de los mitos y leyendas urbanas sobre el Wi-Fi. Como has podido ver, algunos de ellos son totalmente infundados o se basan en certezas o tecnologías que ya son cosa del pasado o que, directamente, son fruto de una mala interpretación de las recomendaciones.

[Información e imágenes tomadas de computerhoy.com]

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