Científicos del MIT y la Universidad de Berkeley han creado un dispositivo, alimentado por energía solar, capaz de generar agua. Lo hace captándola de la humedad del aire ambiente, incluso en zonas con aire muy seco. Es un prototipo de laboratorio por ahora, pero podrá generar agua líquida en zonas remotas y es muy eficiente. Cuando la ciencia busca agua en otras galaxias, o cómo potabilizar la del mar, estos avances permiten ser optimistas.
Tres litros cada 12 horas
Omar Yaghi es uno de los dos autores responsables del artículo científico donde se describe este dispositivo. Están convencidos que es un gran avance, porque el rendimiento obtenido en forma de agua líquida supera otras opciones conocidas. Ahora mismo, obtienen unos tres litros cada doce horas.
Una forma clásica de obtener agua de la humedad ambiente con energía solar es con una placa y una célula Peltier. La placa convierte la energía solar en electricidad (un metro cuadrado da para unos 30W). Esa energía se usa en la Peltier, que enfría el aire con un radiador parecido al de un aire acondicionado. La humedad condensada se recoge como agua líquida. Pero con ese metro cuadrado de placa solar, apenas da para un vaso (200 cc) al día. Y la placa solar es cara.
Un avance vital
El objetivo es conseguir en un futuro independencia de las redes de distribución del agua. En algunas zonas del mundo eso es, más que un éxito científico o comercial, algo vital para millones de personas. El equipo de Yaghi todavía no tiene un nombre para su invento, pero su prototipo es impresionante.
“Lo que queremos es que la gente pueda ser independiente del suministro de agua. Es algo que en muchas zonas será vital: con un vaso grande de agua una persona sobrevive, y eso lo conseguimos en una hora ya mismo”.
Estructuras organometálicas
Funciona con un mínimo de luz solar pues consume muy poca corriente. Pero la clave está en el compuesto químico que atrapa el agua. Se trata de una “estructura organometálica” (MOF por sus siglas inglesas), un compuesto mixto orgánico-metálico. Yaghi precisamente inventó este tipo de compuestos hace dos décadas al combinar metales con moléculas orgánicas. Fue para generar estructuras rígidas pero porosas, capaces de almacenar gases y líquidos.
Hay más de 20.000 tipos de MOFs, por ejemplo hay un desarrollo para capturar Uranio en el agua de mar de forma eficaz. Aquí se trata de capturar moléculas de H2O y este MOF está constituido por Zirconio y ácido adípico. El primero es un metal bastante común, el segundo un precursor de la producción de nylon, tampoco raro.
Bastó un kilo
Junto con una ingeniera mecánica del MIT, Evelyn Wang, el equipo de Yaghi fabricó este dispositivo. Es capaz de atrapar moléculas de vapor de agua del aire casi sin usar energía. Con un kilo del material MOF, se obtienen tres litros de agua condensada del ambiente en 12 horas.
Además, no hace falta que el aire sea muy húmedo. El dispositivo captura igualmente vapor de agua de aires tan secos como al 20 o 30 por ciento. Es el nivel de humedad de un desierto, donde otros sistemas no podrían recuperar tanta agua de ninguna forma.
Por ahora es un prototipo, y el material absorbe el 20 por ciento de su peso en agua. Pero están trabajando ya para llegar a doblar esa cifra. “Queremos demostrar que da igual dónde estés, en mitad del desierto podrías sobrevivir gracias a esto. Igual que la energía solar permite que cualquier civilización aislada pueda tener electricidad aunque esté muy lejos de una red de distribución, este invento les permitirá tener agua”.
(Tomado de tuexperto.com)