Nuestras acciones están determinadas por la actitud y la energía que demostramos ante cualquier situación. Erradicar la negatividad de tu vida es una labor que desempeñará durante casi toda tu vida. No siempre vivirás en la plenitud de tus actos o rodeado por personas gratas. Debes aprender a canalizar y liberar esas energías negativa.

Esas acciones también influyen en los demás por medio del trato y los sentimientos que compartamos. Nuestra actitud y acciones son producto de la perspectiva que tengamos cuando interpretamos la realidad. Si el enfoque es negativo y lleno de pesimismo vamos a creer constantemente que nuestra vida no vale para nada.

Erradicar la negatividad de tu vida es más un trabajo de programación mental y de actitud, es decir interno. Lo exterior influye pero lo interior trasciende barreras que no siempre logramos dominar.

Vivir en el foco del positivismo, aprovechando las oportunidades hasta en la situaciones más adversas te convertirá en un agente transformador de paradigmas mentales y emocionales.

Pasos para para erradicar la negatividad de tu vida

Una persona positiva podrá vivir a plenitud de sus logros y mentalidad enfocada en el logro. Tendrá más oportunidades de superar conflictos emocionales, personales y parecidos. Aprenderá y disfrutará durante todo el proceso porque obtendrá resultados que serán en beneficio de su crecimiento como persona.

Si quieres convertirte en una persona que logre encontrar soluciones y ver el lado positivo de las cosas. Sigue estos pasos para erradicar la negatividad de tu vida.

 

1. Cambiar pensamientos

La primera barrera que debes superar durante el proceso para erradicar la negatividad de tu vida será tu propia mente. la negatividad es contagiosa y las personas se sienten más cómodas en una esquina gris que en un gran salón lleno de luz.

En este caso, lo importante es cambiar el “No funcionará” por “Puedo lograrlo”. “No es de mi interés” por el “Debo prestar más atención”. Pequeñas acciones llevarán a grandes cambios para bien en tu vida. Recuerda que una buena actitud ante cualquier situación es la llave maestra para abrir cualquier puerta.

 

2. Moderar nuestros comentarios

Decir lo primero que se te venga a la mente no es buena estrategia de comunicación. Si buscas seducir a tu intelocutor, no lo vas a lograr con insultos y comentarios despectivos. El arte de hablar no todos lo logran dominar pero quien si lo hace, encontrará un poder inagotable que le ayudará muchas veces durante toda su vida.

Olvida las afirmaciones negativas, nadie le gusta escuchar las opiniones mal intencionadas. Modera tu vocabulario y conviértelo en algo más cercano, más símil con las personas que te rodean.

 

3. Olvida las críticas

Una crítica está destinada a dañar cualquier persona por su naturaleza subjetiva y a veces desfasada. Tu crítica no le interesa a las personas y menos si la disfrazas como “Crítica constructiva”. Tal hecho no existe y es un término mal empleado.

Ninguna crítica construye absolutamente nada. Solo elevará las barreras separatistas entre las personas. Antes de criticar, evalúa tus convicciones e ideas y trabajas desde ellas para cambiar los paradigmas establecidos.

No critiques, ofrece nuevas herramientas y conocimientos a esas personas que pretendas “criticar”. Si quieres un cambio, hazlo desde la base del conocimiento, con profundo respeto y con muchas ganas de ayudar a quienes verdaderamente lo necesitan.

[Información e imágenes tomadas de planemprendedor.co]

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