La excusa de que te encantaría tener una placa solar pero es muy cara ya no vale: te enseñamos como fabricar de manera sencilla tus propios paneles solares (fotovoltaico y solar térmico), de un modo bueno, bonito y barato.

instalar un panel solar casero

Un panel de energía fotovoltaica

Entre los paneles solares más cotizados, se encuentran los fotovoltaicos, es decir, los que generan electricidad. Si bien encuentras los más sencillos a partir de 200 euros en grandes superficies de materiales para la construcción y el hogar, construir el tuyo propio sale aún más barato, y te da la satisfacción de entender cómo funcionan y de haberlo hecho tú mismo. Aunque su uso será siempre también para fines ‘caseros’, como recargar la batería del coche, encender algunas luces de tu casa, etcétera. Te contamos cómo hacerlo:

Materiales

– Una base de un metro cuadrado de cualquier material que no trasmita la electricidad. Hay quien prefiere madera, pero pesa más que otros como el acrílico, por ejemplo. Puedes encontrarlas bien en grandes superficies de materiales de construcción, bien en tiendas dedicadas a plásticos.     

– Células solares. De venta especialmente en tiendas online como e-bay y otras similares. Suelen ser células con alguna tara, puesto que las nuevas son muy caras (aunque también las hay a la venta). Son fáciles de encontrar y económicas, y las venden sueltas o como kit listo para preparar un panel (a partir de 2,50 euros la célula de 2,36 W y alrededor de 30 euros el kit de 36 células, en total 93 W). Para un panel de unos 18 W – que nos sirve por ejemplo para recargar una batería de coche – necesitamos entre 32 y 36 células.

– Soldador de baja potencia.

– Pegamento termofusible o silicona y un diodo de bloqueo. El pegamento y el diodo suelen estar incluidos en los kits.

– Plexiglás del tamaño del panel (dos, uno para cada lado).

– Pintura para proteger la madera.

Paso a paso:

Tras proteger con pintura la base de nuestro panel (si ésta es de madera) para que no sufra con las condiciones atmosféricas (ya que nuestro panel puede durar años), lo primero que haremos será colocar sobre la base las células solares que tenemos. Si has hecho previamente unas marcas, te resultará más sencillo. Es importante que compremos las células sin cera (se suele usar para protegerlas en el transporte, puesto que son muy delicadas), ya que de lo contrario deberemos ocuparnos de quitar esta cera, lo cual es un proceso engorroso.

Las células deben cubrir tanto la parte delantera como la posterior del panel, es decir, si tenemos 36 células, pondremos 18 por un lado y 18 por otro. Conviene tener siempre alguna célula de más, puesto que son frágiles y se nos puede romper más de una.

Debemos unirlas entre sí por los polos negativos y positivos respectivamente. Las células suelen traer los alambres o lengüetas para hacer la conexión, lo cual nos facilitará bastante el trabajo (fíjate en este detalle al comprar). También debemos soldarlas entre sí para que queden bien unidas (puedes hacerlo con un soldador de baja potencia con cuidado de no dañar la celda, o, si no queremos soldar, con pegamento termofusible). Esto lo haremos con las células mirando hacia abajo. A continuación, con cuidado, les damos la vuelta y las pegamos al panel con silicona, siguiendo las marcas que nos servirán de guía.

A continuación, necesitamos proteger nuestro panel de las inclemencias del tiempo y una buena manera de hacerlo es con un plexiglás o cualquier lámina plástica, que pondremos y atornillaremos por encima de nuestro circuito.

El sistema necesita también un diodo de bloqueo para no descargarse por la noche o días nublados. Por último, conectaremos los cables al enchufe y el panel estará listo para ser usado.

Un panel de energía solar térmica

Otros paneles muy demandados son los de energía solar térmica: los que sirven para calentar agua. Te sugerimos un modelo muy sencillo para hacer tú mismo, incluso con tus hijos (es un buen ejercicio para enseñarles la energía térmica del sol). Es sencillo y baratísimo.

Materiales

– Una caja de cartón resistente (donde quepan botellas de 1,5 o 2 litros)

– Una o varias botellas de plástico de 1,5 o 2 litros.

– Papel aluminio.

– Papel celofán.

– Pintura negra y brocha para pintar.

– Cinta adhesiva.

Paso a paso:

Limpia las botellas y píntalas con la pintura negra. Luego desmonta la caja de cartón y forra su interior con papel aluminio, que puedes pegar con pegamento al cartón. El tamaño de la caja debe quedar ajustado de tal manera que la o las botellas no se muevan en su interior.

Llena las botellas con agua hasta ¾ partes y presiónalas para que el agua suba hasta el tope. Tápalas con fuerza, cúbrelas con papel celofán y mételas dentro de la caja. Pégalas con cualquier cinta adhesiva para que no se caigan y cierra la caja.

Ponla en algún lugar de la casa orientada al sur, donde le dé el sol, inclinada unos 45 grados del suelo para aprovechar los rayos solares. Entre dos y cinco horas más tarde (según el sol), tendrás agua caliente como para prepararte una infusión, lavar los platos, o darle el uso que te parezca.

Fuentes: nuevodesordenmundial.blogspot.com |  El blog verde  I Flickr

(Tomado de twenergy.com)

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